"Quien tenga algo que objetar acerca de lo que yo escribo, sólo piense y recuerde que: Lo que expongo, es mi experiencia y mi pensamiento; no puedo exponer ni su experiencia ni su pensamiento. Si mi experiencia fuese igual que su experiencia y mi pensamiento fuese igual que su pensamiento, entonces usted sería yo... y de ello, a ambos nos libre Dios."
(José L. Dasilva N., manifiesto personal, xxxx)
"El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar, por medio de esta apropiación, el trabajo ajeno."
(Marx y Engels, Manifiesto Comunista, 1848)

viernes, 7 de marzo de 2008

Poesía: Carta a Pedro M. Martínez

(Poema de Oscar Portela)

Pues si me he de morir
Que sea en este lecho
Donde se esgrafió mi sombra.

Amables almohadas. Dulces sábanas
Y un sahumerio en el estar pequeño.

Algún lirio que alumbre
La oscura noche deste estío.

Y alguien que vigile tras las puertas.

Cuando el aliento expire trashumante
Y en soledad y humo se convierta
Se abran mis puertas y ventanas

Para que llueva nuevamente
En el Sahara. Y ello es todo.

Con nuestras muertes
Florecen las plegarias " y el mundo que
Nos queda" es pura fuerza.

Ya no meditaremos sobre túmulos.

Y esto es todo Pedro lo que quiero.

Atentamente te saluda el espectro
Que sueña en las sabánas.

Oscar Portela

Corrientes 4 de marzo de 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

EL ABANDONO POEMA DE OSCAR PORTELA
A GRACIELA MATURO

EL ABANDONO

a Graciela Maturo

Poema de Oscar Portela


El cuerpo me abandona lentamente.

Los ardores de fragua del verano.

El tortuoso invierno. La recelosa cobra

Del deseo oculta en madriguera.

Los colores minados por la ausencia

De la piel renovada en staccato de cada primavera.

El oro en las arenas y el sueño, el sueño

De quien entra a la presencia como a un bosque de

Símbolos donde no estabas tú. No es un arca mi cuerpo.


No es chalupa siquiera: siniestrado por las tormentas

Y huracanes, siempre en desiertos, ¿como podría

Salvar algo de lo queda en la memoria de aquel

Pajaro Azul que ayer cantaba en mis ventanas?


Ah, llévame contigo hacia el poniente donde nada

Se pone, traspone el horizonte, piérdete entre las nubes

Más lejanas, atisba entre las cifras donde tal vez

Los ángeles arrullen el silencio de Dios.


¿Volverás a la tierra? Tal vez el pino enhiesto en la colina

Te espere como el rayo y el amor que te abandona ahora

O que nuca tuviste encuentre asilo entre sus ramas

Cuando lo yermo cede y en tus ojos vuelve el lapacho

A florecer serenamente.
___________________________________
¡Viva JOL! Oscar

Anónimo dijo...

Oscar Portela: una poesía que debe mirarse no leerse por Issa Martínez LLongueras

He aquí una muestra apenas de su decir poético, de su lirismo exquisito, contemporáneo y fuerte, que se derrama en la piel del lector. No, no es fácil converger en sus propuestas, para los conservadores o clásicos quizá sean atípicos sus poemas, para los que preferimos la profundidad, las imágenes, el verso libre sin corsé, encontraremos en las propuestas de Óscar Portela esa parte que nos completa en nuestra esencia humana y hasta en nuestros propios caminos poéticos.

Hay una filosofía simple en sus poemas, un simple discurrir de los tiempos y momentos, de los espacios, una franqueza arrolladora que no alcanzan a esconderse por debajo del dominio del lenguaje que caracteriza a su poesía.

Su poesía no tiene tanto que ver con la belleza (como tal), sin embargo, su poesía se hace bella por esa sencillez con la que mira el mundo, con esa resignación, con esa aceptación de sí mismo que no le exime del dolor. Su lenguaje, definitivamente, es un lenguaje de imágenes, por eso, el tipo de poesía que maneja Óscar Portela debe mirarse, no leerse, quien lo lee se queda fuera, quien mira y lleva las imágenes de su lenguaje a su mente, se estremece.

*/ La autora dirige entre otros medios la revista “Palabras Diversas”y de la Red Mundial de Escritores en Español (Remes)

Una breve visita al mundo del gran creador argentino realizado por la ensayista, poeta y directora de revistas literarias digitales Issa Martínez Llongueras.


Canto de Orfeo

poema de Oscar Portela

Y el canto, el canto, oh Dioses, que religaba

al hombre con la tierra: la dulce y beatífica

que penetrará en tus huesos y abrirá tu esqueleto

a la luz de los cielos, al viento de las sierras,

al mar, al mar, sus infinitas olas y todas las estrellas

que marca el destino de dioses y mortales,

el canto humano y celestial, demoníaco o santo,

El que ha huido del mundo

dejando tras de sí el desierto que crece,

la gran voz de los muertos,

las cenizas de la memoria que nada nombra

sino el precipicio que se adelanta de la nada:

Pronto Caronte, pon a tus remos alas

y que mi sombra y yo fulminados

seamos por el rayo que animó el canto

y es hoy sólo negra mortaja,

sólo hiedra ya seca sobre el muro que cierra

el desierto que crece, aquí en mi corazón

y en la voz de las zarzas hablaron a Moisés.


Como Constantino

poema de Oscar Portela

Cuando los Dioses nos retiran el habla,

soplo por el cual el alma canta y da

calor y neuma —todo soplo de vida—,

el ánima, empalidece y calla.

¿Cómo podría ser en su mudez

la roca, y preparar encuentros

con la luz de nuevos Dioses? ¿O

la luz tocar a diana, para " repatriándonos",

entrambos, despejar horizontes

y abrirnos al pétalo cerrado

que florece, como afirmaba Ekardth,

sin por qué?... La misma habla,

su naturaleza muta y la cizaña

sembrada en nuestros huertos,

pone cerrojos a la espera.

Empero, como Constantino

frente a la adversidad, debo mirar

caer los muros sin desertar las armas.

(los poemas pertenecen al libro Claroscuro)